Todos los años realizan dicho evento sexual pese a las recurrentes quejas de los vecinos del exclusivo vecindario de Surrey, en el Reino Unido. La fiesta swinger tiene un costo de 100 dólares por persona  y una vez en la propiedad, casi todo está permitido. 

El tema es que la cosa se fue de control y en la última fiesta murió un hombre y hubo varios heridos. Nadie sabe bien qué fue lo que pasó aunque la Policía ya investiga en el lugar. 

La víctima de alrededor de 30 años fue hallada inconsciente por los oficiales de policía que se acercaron con ambulancias, helicópteros y patrullas a la mansión. 

Los vecinos fueron los que dieron aviso a la policía ya que escucharon fuertes ruidos y gran disturbio en la propiedad que por tercer año consecutivo realiza esa multitudinaria reunión. En total la noche del domingo llegaron 500 invitados al lugar. Tras los incidentes, los testigos aseguraron que varias camionetas 4×4 Land Rover y otros autos de gran cilindrada salieron rapidísimo de la mansión.

"Podías ver personas saliendo de la propiedad cubiertas con mantas y obviamente angustiados de manera extrema. Vi a una joven en completo shock. Era un caos, había policía por todos lados, oficiales armados, un helicóptero sobrevolando, todo el vecindario conmovido esta mañana", indicó un vecino a la prensa local.

La Policía de Surrey busca a los sospechosos de haber asesinado a una persona y herido a otras. Pidieron a la población local que aporte cualquier rasgo o signo de los automóviles en los que se movían.

La fiesta fue promocionada durante días por redes sociales. La tarjeta de invitación indicaba el lugar, recordaba que se trataba de la tercera de esas celebraciones y era calificada como una Pool Party, un eufemismo conocido entre los concurrentes.