La llamada fiesta 'Proyecto XXX' (cuyo nombre remite a la famosa película Proyecto X donde todo se descontrola) pretendía ser 'histórica' y tenía una sola premisa para asistir: llevar alcohol, drogas y armas. Una combinación que, como no podía ser de otra manera, terminó siendo letal. 

"Este es el barrio San Cayetano, un barrio tranquilo", planteó uno de los vecinos de la casaquinta en la que tuvo lugar el tiroteo y remarcó que era inevitable el caos dado que la convocatoria incluía armas. 

"Todo puede ser", señaló el hombre cuando le consultaron si no se trataba de un enfrentamiento entre bandas de Castelar y Flores en una fiesta pensada para 150 personas y a la que terminaron asistiendo unas 500.