A partir de un informe del portal de búsqueda de inmuebles Properati y la consultora económica OikosBsAs, se determinó que el precio de los alquileres aumentó un 30% según se desprende de los contratos celebrados en los primeros meses de 2018. 

"En los primeros meses del año se firmaron contratos con aumentos semestrales de entre el 12% y el 15%. En algunos casos estamos hablando de un 30% anual, cuando la inflación estimada es mucho más baja. Pero esto no es algo nuevo: año tras año, los precios de los alquileres van por encina de la inflación", dijo a Ámbito Financiero Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional. 

Este porcentaje supera largamente tanto el tope en la discusión paritaria (el 15% que el Gobierno defiende como meta inflacionaria, aunque con los marcadores mensuales se vea difícil de alcanzar) como la proyección de suba de precios del Banco Central que estipula un 20%.

La organización que preside Muñoz difundió recientemente un estudio en el que se indicó que los inquilinos destinan el 41% de sus ingresos para pagar el alquiler, por lo que es fundamental el tratamiento en Diputados -ya tiene media sanción de la cámara alta- del proyecto de ley que obliga a "que los aumentos en el precio de los alquileres sean anuales y estén sujetos a un índice promedio entre la inflación y el salario". 

Del lado del sector inmobiliario, Claudio Vidanovich, secretario general de la Cámara Inmobiliaria Argentina, dejó en claro que la especulación sigue siendo una constante en el sector, además de defender el bolsillo de los dueños: "El precio se basa en lo que uno prevé que va a pasar en los años comprendidos en el contrato, además de la demanda. Puede darse que se estime una inflación muy alta, pero que el mercado no lo resista. Hoy la renta que da a un propietario de un inmueble, vivienda de uno a tres ambientes, estándar, es muy baja: dan, con suerte, el 4 % anual", se quejó.