Para formular su solicitud, el fiscal federal de Morón, Sebastián Basso, entendió que el maquinista del tren chapa 1, Daniel López, no accionó los frenos y que, pese a las señales de advertencia que indicaban peligro, prosiguió su marcha hasta impactar con la formación Chapa 19, que estaba frenada sobre las vías a la altura de la estación Castelar.

"Ante una señal fija absoluta en peligro, López debió haber empleado todos los medios que se hallaban a su alcance para detener el tren a los efectos de no traspasarla", consideró el fiscal sobre el choque ocurrido el 13 de junio de 2013. También recalcó que además de no frenar, el motorman condujo con "permanente tracción y con ascenso de velocidad".

Aunque el conductor del Chapa 1 aseguró que los frenos "no funcionaron", el fiscal Basso descartó esa hipótesis en base a una pericia que confirmó que no hubo ningún desperfecto técnico o en el sistema de frenos.

Además, recordó que el motorman traspasó en forma previa al impacto "al menos tres señales de advertencia", una de las cuales se encontraba "apagada con deber de detenerse", y pese a ello prosiguió su marcha hasta alcanzar una velocidad de 61 kilómetros por hora, con el resultado que se conoce.

Por su parte, el abogado Gregorio Dalbón, querellante en la causa, también pidió la elevación a juicio, aunque le imputó al motorman de la formación del ferrocarril Sarmiento el delito de "estrago doloso", que prevé una pena muy superior: hasta 25 años de prisión.