"Érase una vez, una familia de clase media que alquilaba una casa en la costa durante un mes para disfrutar de las vacaciones. Rentaba también una carpa o una sombrilla en un balneario, donde se generaba esa suerte de microcomunidad de parientes y amigos que veraneaban juntos año tras año", así comienza la nota publicada por el diario La Nación planteando que el verano 2015 será "duro" para vacacionar.

Hasta ahí, podemos pensar que esa familia de clase media decidió achicar sus gastos. Sin embargo cuando la nota avanza el "ruido" crece.

Está el caso de "Romina, una psicóloga de 34 años que vive en un barrio privado de Tigre y que por primera vez no se instalará todo enero en Punta del Este con su marido y tres hijos". Romina le cuenta al diario La Nación  que alquila su casa para poder irse de vacaciones 15 días a Punta del Este y así por toda la "movida" terminar cobrando 45 mil pesos de alquiler, más un depósito de 13 mil pesos de cobertura en casos de roturas pero... "no puede ir todo el mes a Punta".

Después puede leerse el caso de Silvia y Raúl López que "este año, por primera vez en una década, no van a alquilar ni carpa, ni cochera, y van a instalarse en el departamento sólo 15 días. El resto del verano, piensan ponerlo (su departamento en Mar del Plata) en alquiler".

Ajustes que no impiden que muchos sigan vacacionando, incluso en el exterior. Hábitos que no se corresponden con las típicas vacaciones de la clase media en general y que perfilan una nota "mala leche" sobre la situación económica actual.

Para leer la nota completa de La Nación acá.