El Ministerio de Defensa ruso sostuvo que no se hallaron señales de daños por explosión en los restos del avión militar ruso que cayó al mar Negro hace cinco días con 92 personas a bordo y sin sobrevivientes, pero descarta la hipótesis de un atentado.

Pese a que los datos recogidos por la "caja negra" instantes antes del siniestro permiten concluir que no hubo explosión a bordo del aparato, sí pudo existir un fallo mecánico provocado de forma intencionada, explicó hoy en rueda de prensa el jefe de seguridad de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, Serguei Bainetov. Aún así, esta versión no es una de las prioritarias, subrayó el funcionario del Ministerio de Defensa, citado por la agencia de noticias EFE.

A bordo de la aeronave, además de sus ocho tripulantes, viajaban 64 miembros de la agrupación de coro y danza Alexándrov del Ejército ruso, periodistas, militares, dos funcionarios y la famosa doctora Elizaveta Glinka, presidenta de una fundación humanitaria.

El Ministerio de Defensa dijo ayer que hasta entonces se habían recuperado 15 cuerpos y 239 fragmentos de fallecidos.