Según reveló C5N, los barriles de efedrina hallados este jueves en los depósitos de Ezeiza, a partir del dato del desplazado titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, no estaban ocultos, sino que, por el contrario, se encontraban separados para ser destruidos.

Es decir, que no fue ningún hallazgo, desmintiendo así la versión de Gómez Centurión. De acuerdo con la información del canal de noticias, los tambores se encontraban incautados desde el 2008, cuando habían sido secuestrados de un avión de Air France proveniente de Suiza.

El origen de los baldes tiene que ver con una empresa paraguaya que compró pseudoefedrina a indochina. Hay una zona denominada Terminal de Cargas Argentinas Directo a Plaza que es el lugar para la mercadería en tránsito y allí fue depositada, esperando ser retirada por el dueño de la firma guaraní, que nunca se presentó.

Entonces, los tambores estaban en el depósito esperando para su destrucción.