Además del trágico saldo de seis personas muertas, la masacre de Hurlingham dejó a cinco niños sin familia. Diego Loscalzo mató a su mujer, Romina Maguna: apodado el "Chino", el hombre de 38 años -empleado de Metrovías Tres de Febrero- dejó a los hijos de su pareja, un nene de 11 años y una nena más chica (ambos de una relación anterior) sin familia. El nene fue quien presenció la tremenda escena y quien lloró por su vida con la frase "papá no me mates", ya que lo consideraba su padre.

Con la muerte de la mamá de su esposa, Juana Paiva, los chicos también se quedaron sin su abuela, mientras que el padre biológico de los chicos de Romina falleció hace mucho tiempo, según contaron vecinos a Clarín.

La hermana de romina, es decir la cuñada de Loscalzo, también sufrió la ira del agresor cuanto intentó defender a su hermana, al igual que su marido Darío Daniel Díaz, quien resultó gravemente herido y murió horas después en el hospital. Ellos dejaron tres hijos: una nena de nueve años, un varón de dos y otro adolescente.

Durante el segundo ataque, una adolescente de 12 años -hija de Mónica Lloret, quien sufrió los disparos en el vientre y la muerte de su hijo apenas a hora de nacer - sufrió balazos en sus piernas, y quedó internada aunque fuera de peligro. Lloret de 36 años, permanece internada en estado delicado.

Según el parte médico del Hospital Posadas, uno de los tres balazos que recibió Lloret "perforó el útero e hirió mortalmente al feto, quien presentaba orificio de entrada y salida del proyectil".