Sucedió este martes en el centro porteño. Inspectores municipales y efectivos policiales le secuestraron la mercadería a un vendedor ambulante. El hombre, que ofrecía jugos a los transeúntes, aceptó al principio la violenta medida.

Pero varias personas que estaban en el lugar encararon a quienes querían llevarse la mercadería del vendedor y los obligaron a devolverle sus cosas en el medio de grito se indignación por parte del público que defendía al trabajador.

Los inspectores y policías tuvieron que retirarse sin poder completar su misión y en el marco de aplausos por el triunfo ciudadano.