La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires convirtió en ley el proyecto que propone multar con hasta $1.000 a todo aquel que hostigue, maltrate o intimide a alguien, o que afecte la dignidad y el derecho a la integridad física o moral de las personas.

La iniciativa, impulsada por el legislador del Frente para la Victoria Pablo Ferreyra y del CNLM Gabriel Fuks, busca "prevenir y sancionar el acoso sexual, producido en espacios públicos o de acceso público, en los que se hostigue, maltrate o intimide y que afecten en general la dignidad, la libertad, el libre tránsito y el derecho a la integridad física o moral de personas basados en su condición de género, identidad y orientación sexual".

El legislador Ferreyra habló con el canal de noticias C5N respecto a la flamante ley y cuando se le preguntó la diferencia entre piropo y acoso y sostuvo que el piropo no existe y que el límite es si a la persona que camina por la calle le molesta, incomoda o genera miedo.  

La ley establece como acoso sexual verbal o físico a "toda conducta unidireccional, física o verbal, producida por una o más personas en contra de personas, basado en su condición de género, identidad y orientación sexual que no desean o rechazan estas conductas por considerar que afecta sus derechos a la dignidad y a la integridad".

Por otro lado, la ley establece la necesidad de realizar campañas de concientización sobre el tema colocando en cabeza del Poder Ejecutivo la realización de estas campañas.

Para Ferreyra, la ley apunta a "visibilizar que el acoso sexual, una práctica corriente que afecta la vida cotidiana de miles de mujeres, niñas y adolescentes y que por mucho tiempo se encontró completamente naturalizada. Esto está cambiando gracias a la lucha de miles de mujeres que, además de apoyar el #NiUnaMenos, militan y trabajan incansablemente para ampliar sus libertades y vivir en un entorno libre de violencia de género", agregó.