Martín Cirio está sintiendo que el mundo se movió y todo quedó inclinado en su contra. Sus miles de seguidores le retacean el apoyo, las marcas se retiraron, los que fueron sus víctimas encontraron la posibilidad de vengarse y sus pseudo humoradas no dan gracia.

El descargo que ensayó se detuvo en el comienzo de Twitter y cómo sus chistes nazis eran permitidos. Flojo argumento. Tan flojo que Rial y su equipo lo destrozó en vivo sin mostrarle el menor cariño.