Durante unos segundos, la carne quedó sola en el fuego y fue en ese momento que dos motochorros aprovecharon para llevárselo.

El robo ocurrió en la intersección de las calles Charlone y Simón, en Villa Ballester. Al ver que se llevaban su asado, el dueño de casa salió a correr a la moto con un palo pero ya era muy tarde para alcanzarla.

Toda esta secuencia que parece salida de una comedia quedó grabada en las cámaras de seguridad de la cuadra.