Los hombres estaban realizando una promoción de la Cámara del Juguete pero ante la denuncia de una joven, la policía se vio obligada a requisar a los actores frente a la atónita mirada de la gente que pasaba por ahí.

Uno de los reyes pedía que también las cámaras mostraran la cara de la denunciante que obviamente se había confundido.

Otro de los actores le dijo claramente: "Que Dios te perdone" por haberlos hecho pasar este mal momento en un lugar público y ante decenas de turistas y locales que los filmaban con sus teléfonos.