Melanie Typaldos, de 57 años y su esposo Richard, han adoptado a Gary, un carpincho que pesa 50 kilos y que se comporta al igual que un perro. Tan es así, que la pareja lo deja dormir en su cama.


"Aunque algunas personas podrían resultarle extraño, en realidad no es tan diferente que tener un perro o un gato", dice Melanie, y agrega que "Gary es muy inteligente y cariñoso, viene cuando se lo llama y le gusta dormir conmigo".

La relación del roedor con los otros animales que viven en la casa, como el gato, el caballo, los perros y el conejo, es muy buena y no es el tipo de relación que los carpinchos suelen tener de manera tan amigable. "Él a veces se enoja con las tortugas porque piensa que invaden su espacio y no hay nada que pueda hacer al respecto."

La inusual familia incluso ha construido una pileta en su jardín para que Gary pueda disfrutar de uno de sus pasatiempos preferidos: la natación. Los carpinchos son excelentes buceadores en su hábitat natural y pueden contener la respiración durante un máximo de cinco minutos si es que se sienten en peligro.

Melanie, proveniente de Texas, Estados Unidos, se enamoró de la especia durante unas vacaciones en Venezuela y aprovechó la oportunidad de adoptar a Gary, ya que su propietario no podía cuidar más de él.


Si bien hubo varias personas que se pronunciaron en contra, ya que consideran que Gary no es un animal doméstico y que una mordedura del roedor podría ser devastadora, Melanie confía plenamente en él: "te da el mismo tipo de compañía y afecto que otros animales y no puedo imaginar mi vida sin él.", concluyó.