En 2005, en una compleja operación  los médicos del Hospital CHU de Amiens, en Francia,  le colocaron a Isabelle Dinoire, una boca, nariz y mentón nuevos después de que su perro labrador le desfigurara el rostro. 

Dinoire tuvo que realizar continuos tratamientos para evitar que la piel injertada en su cuerpo fuera rechazada por incompatible. Incluso, a finales de 2015 había sido ingresada nuevamente al quirófano para realizarle otra operación.

Isabelle en 2006
Isabelle en 2006

Esos tratamientos habrían provocado dos tipos distintos de cáncer que finalmente terminó con la vida de la mujer a los 49 años. La mujer cuya vida no fue fácil desde ese fatídico día solía decir: "Antes de la operación esperaba que mi nuevo rostro luciera como yo, pero al salir de la cirugía era mitad yo y mitad ella", había dicho en referencia a su donante".