La empresa Koei Tecmo lanzó en el mercado asiático una nueva versión de un juego sexista, machista y cosificador: el usuario vigila distintas competencias donde las participantes -todas mujeres jóvenes en bikini, inspiradas en el clásico estilo de anime japonés- juegan distintos concursos acuáticos, deportivos o de baile.

La tecnología 3D permite al usuario interactuar con los personajes, y una de las opciones disponibles es la posibilidad de acosarlas, de tocar su cuerpo a pesar de que se escuchen los claros gritos negativos de las mujeres virtuales: el protagonista usa los controles para acercarse y tocar el cuerpo de la modelo elegida, y el avatar 3D reacciona al toque perfectamente, lo que evidencia que es una de las posibilidades previstas por los diseñadores. 

En Japón este tipo de juegos despierta muchísima atención y se han tenido que cancelar eventos de lanzamiento debido a la increíble cantidad e gente que se agolpa por probarlos y ver la"jugabilidad".

En el modo "Paradise" -o "Paraíso"- el cuerpo de las participantes queda a merced del usuario, quien puede "jugar" con los pechos o la cola de las jugadoras. En uno de los videos de lo que parecerían ser las pruebas, se ve como un hombre "manosea" a la mujer virtual con las gafas de tres dimensiones, sin fijarse en las protestas y quejas de la mujer.

Aunque se trate de un juego de entretenimiento -podría decirse que para adultos- estamos hablando de un avance contra la dignidad de la mujer, que es presentada como un objeto atado a los deseos del usuario, suyo único objetivo es ver los esculturales cuerpos femeninos en distintas situaciones, incluso, hay modos que permiten competencia de baile en el caño y un modo especial 'topless' de cada personaje.