Diego Farrell, director de Habilitaciones porteño cuando sucedió el derrumbe del boliche Beara en el que murieron Ariana Beatriz Lizarraga, de 21 años, y Paula Leticia Provedo, de 20, está muy cerca de convertirse en juez.

La investigación posterior a la tragedia, demostró que el local tenía habilitación para realizar fiestas privadas pero en la práctica funcionaba como un club nocturno y desentrañó un red de corrupción en el área de habilitaciones.

El ex funcionario fue sobreseí­do en la causa por el desmoronamiento del local bailable, pero la Cámara del Crimen revocó la medida hace más de un año. De todas formas, la jueza del caso, a pesar de los cuatro pedidos del fiscal, nunca lo citó a declarar.

Desde entonces, y a pesar de los recursos interpuestos por la defensa, el funcionario macrista permanece imputado, lo que no le impidió en 2012 participar de un concurso para cubrir vacantes de magistrados para el fuero Contencioso Administrativo de la ciudad que lo ubicó en el puesto número 15.

El año pasado la Legislatura ocupó 14 luagres en tribunales capitalinos, pero la designación de Inés Weinberg de Roca como integrante del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad y su remplazo en la sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo por Fabiana Schafrik, abrió una nueva posibilidad para Farrell.

Esta designación dependerá de lo que ocurra en las comisiones de Ética y Acuerdos y de Justicia de la Legislatura porteña, ambas controladas por el PRO, que deberán evaluar la idoneidad de Farrel para asumir ese cargo.


Si esas comisiones legislativas no tratan el caso de Farrel durante los próximos dos meses, el ex funcionario macrista se convertirá inevitablemente en magistrado porteño dado que la Constitución local establece un plazo máximo de 60 días para la aprobación legislativa, de lo contrario queda automáticamente designado como juez.