La Municipalidad de Carmen de Areco tuvo que clausurar una feria ganadera donde se remataban animales y se había transformado en un predio con stands de artesanías camperas y comida tradicional.

El remate de ganado estaba autorizado para las personas que se habían inscripto previamente pero se juntaron 1.500 personas -muchas de ellas sin barbijo- que debieron ser dispersadas por efectivos policiales.