Una semana atrás, fue aprobada la Ley de Género en el Senado chileno y este miércoles la Cámara de Diputados sancionó el proyecto del oficialismo con 95 votos a favor y 46 en contra.

Si bien se trata del reconocimiento tardío de los derechos para las diversas identidades sexuales, la ley tiene un preocupante agujero: sólo los mayores de 14 años podrána cceder al cambio de identidad.

La primera encuesta nacional que recavó datos sobre la comunidad trans, la Encuesta Identidad, tuvo en cuenta a 326 personas mayores de 14 años y el 35% aseguró que tuvo al menos un intento de suicidio antes de los 15, en lo que configura un dato trascendental para entender el agujero de la norma.

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) adelantó que recurrirá a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al Alto Comisionado de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para reclamar.

"El género es una vivencia interna, personal, particular. Se siente. Entonces, de ahí la importancia de que se contemple a los menores de edad, porque la identidad de género de todas las personas se construye a partir de la primera infancia. A los dos, cuatro años, es cuando tode niñe hace la construcción del yo, ´yo soy así´. Ahí se empieza a percibir como una identidad independiente de su familia y sus gestantes. Si se les prohibe a les niñes que sean quienes son desde chiquites, es terrible", le dijo a Filonews Florencia Blasi. Blasi es integrante de la Asociación Civil Infancias Libres, creada por Gabriela Mansilla, la mamá de Lulú, la primera nena trans en obtener su DNI como mujer en el mundo. 

En Argentina la Ley sancionada en 2012, permite el cambio de nombre y género a elección, sin discriminar edades, además de garantizar todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género dentro del Programa Médico Obligatorio.