El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, respondió en radio Continental sobre cómo continuará la novela entre la justicia, el Gobierno y las empresas energéticas en relación a las tarifas.

En un arranque de sinceridad (cuack) Aranguren reconoció que los cortes en el servicio de luz durante los meses de verano "van a depender de la temperatura". No hace falta tener la bola de cristal para saber que el clima se pondrá caluroso.

El funcionario tuvo una cuota de auto crítica al reconocer que la manera en que el Gobierno dispuso el aumento en las tarifas "no fue la más adecuada", aunque se mantuvo en su discurso de culpabilizar a "la herencia recibida".

Además, describió que el nuevo cuadro tarifario en el gas tendrá un aumento promedio del 203 por ciento y dos subas por año, en octubre y abril, mientras que la audiencia pública se realizará el 16 de septiembre, con la promesa de "un plan gradual y razonable".

"Lo que nos está pasando hoy es que no tenemos gas suficiente para abastecer a toda la demanda que proviene no sólo de las pymes o comercios, sino también del sector residencial", manifestó y como explicación, habló de una clara "consecuencia de haber mantenido un precio artificialmente bajo".