Fue el Gobierno de Cristina Kirchner el que dictó por decreto la desclasificación de la totalidad de los archivos de inteligencia vinculados al atentado contra la sede de la AMIA, en marzo de 2015: a partir de la revisión de dichos archivos, peritajes nunca realizados sirvieron para confirmar la teoría del coche bomba.

A partir de estos estudios, la UFI AMIA dio por probada la existencia de la camioneta Renault Trafic que aquel 18 de julio de 1994 explotó la mutual judía. Es el resultado de la comparación entre un conjunto de restos metálicos que habían sido extraídos del cuerpo de varias de las 85 personas fallecidas en la explosión.

Se trata de un adelanto del examen pericial realizado por la Gendarmería Nacional, el cual halló concordancia entre la estructura de estas esquirlas extraídas de los cuerpos, con el material de aquellas piezas de la Trafic recogidas en el lugar y peritadas en 2002.

El estudio fue realizado por el Grupo Especial de Relevamiento y Análisis Documental de la UFI-AMIA (GERAD) que detectó entre la mencionada información desclasificada un video, en el que se registró cómo los profesionales del Cuerpo Médico Forense documentaron la extracción de las esquirlas metálicas. Sin embargo, los análisis nunca se habían llevado a cabo.

Según detalló la página fiscales.gov.ar, la UFI AMIA entendió que estas nuevas pruebas "refuerzan en una dirección inédita y unívoca la hipótesis históricamente sostenida por la fiscalía respecto del empleo del vehículo".