La nueva porción de tierra emergió a escasos metros del Cabo Hatteras, en la costa este de Estados Unidos. Aunque su extensión depende de cuán bajo o alto esté el mar, mide aproximadamente un kilómetro y medio de largo.

Fue vista por primera vez en abril pero ganó popularidad cuando los y las turistas empezaron a publicar fotos del lugar y transformaron a Shelley Island en un nuevo interés turístico. Sin embargo, las autoridades locales alertaron sobre los peligros que la acechan.

Por una parte está la inestabilidad del mar, con corrientes fuertes y cambiantes. De hecho, todavía no está del todo claro si Shelley irá 'creciendo' hasta unirse a Cabo Hatteras o si desaparecerá en cuestión de poco tiempo.

Los posibles ahogamientos que podrían producirse son la principal inquietud de la guardia costera, pero además, en los alrededores de la isla, empiezan a avistarse tiburones y mantas de gran tamaño, por lo que no es recomendable tratar de alcanzarla a nado.