Los conductores del transporte urbano de pasajeros de la capital mediterránea se rebelaron contra el acuerdo salarial firmado por las cámaras empresariales y la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que los nuclea, y llevan adelante el tercer día de paro.

La nueva jornada consecutiva de medidas de fuerza se lleva a cabo a pesar de la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de Córdoba, por lo que alrededor de medio millón de usuarios se ven afectados.

Además, un grupo de choferes de UTA armó una carpa frente a la sede local del gremio, ubicada en Vélez Sarsfield al 500, pleno centro de la ciudad de Córdoba, donde pasaron la noche, como otra forma de manifestar su desacuerdo.

La UTA acordó con las empresas una suba del 21 por ciento –más sumas fijas–, por lo que un numeroso un grupo de delegados cordobeses, que el sindicato no respalda, decidió rebelarse contra la conducción nacional del gremio.