Según el propio relato de Luciana, eran las 22:30 cuando estaba llegando con el auto a su casa y uno de los delincuentes se sentó en la parte trasera, donde estaba Mateo, de cuatro meses.

"Estaban desesperados por llevarse el auto. Lo primero que hice fue darles la llave del auto, sin dudar. No me dejaron sacar al bebé, se lo querían llevar. Supongo que tenían miedo a que saliera alguien y no se pudieran llevar el auto", expresó la madre del niño.

Fue entonces cuando le pidió que lo bajaran y, sin dudar, los delincuentes tiraron el bebé al asfalto con el auto en movimiento. "Por la zona nunca ves un patrullero, la ambulancia nunca llegó. Estamos esperando para que le hagan una tomografía", contó Luciana a C5N en la mañana de este lunes.

"Cada vez que cierro los ojos, veo el arma, la cara de ellos y mi bebé abajo del auto. Tengo el corazón partido en dos", sostuvo la mujer.