Sucedió en la noche del 7 de marzo, previo al paro nacional de mujeres convocado para el día siguiente, por el Día Internacional de la Mujer, cuando seis chicas realizaron graffitis en las paredes de una iglesia, y tres hombres se sintieron afectados “como ciudadanos y vecinos” las denunciaron. 

Para el fiscal Juan Rozas y Gabriel Omar Fittante, Juan Manuel Báez Rivoira, Carlos Esteban Mayer y David Nicolas Djudjic, quienes persiguieron y detuvieron de manera ilegal a las seis chicas, su denuncia es clara y contundente. 

El juez en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires, Ladislao Endre,  en la audiencia oral y pública no dictó la nulidad de las actuaciones pedida por la abogada Gabriela Carpinetti, quien considera que la detención de las jóvenes fue “arbitraria”.

A ellas se les imputa el delito de daño simple y agravado por escribir en paredes de una iglesia y en dos bancos, en el barrio de Almagro. “El juez se excusó diciendo que no tenía los elementos suficientes para declarar la nulidad pero tampoco tenía para declarar la no nulidad. Es decir que parece una decisión política”, dijo a Cosecha Roja Lía Ghara, una de las activistas imputadas. “Están todos los elementos a nuestro favor pero sin embargo desde el tribunal no logran advertir las violaciones a nuestras garantías constitucionales”.

Abajo, el comunicado de las imputadas: 

Ayer nos enteramos el dictamen del fiscal Juan Rozas en el que “no advierte” violacion de garantias constitucionales y observa que los denunciantes Gabriel Omar Fittante, Juan Manuel Baez Rivoira, Carlos Esteban Mayer y David Nicolas Djudjic son claros y contundentes. Que como ciudadanos y vecinos se vieron afectados por pintadas en la iglesia donde concurrian”

Segun el fiscal Rozas entonces, esto habilita y da derechos a este grupo de tareas de la iglesia a que nos persiga 5 cuadras por la madrugada, que nos violente y se nos de caza como verdaderas presas.

Señor fiscal quizas deba poner mas atencion entonces para empezar a advertir las complicidades y vicios patriarcales que detenta junto con sus complices. Quizas deba advertir tambien que nada tiene de objetivo su juicio defendiendo paredes y no ciudadanas. Que claro, no las defiende porque son ciudadanas, y no ciudadanos. Podria advertir tambien que el suboficial que nos detuvo, Pablo Alvarado miente en su declaración, que el mismo es parte de la iglesia y mantenia comunicacion directa con la patota  y de paso, advertir tambien, que las declaraciones de los persecutores son incoherentes. Mire todo lo que podria haber advertido si tan solo se hubiese sacado la mascara machista

Nosotras tambien somos claras y contundentes: No vamos a dejar de protestar y entendemos esta farsa como un intento de disciplinamiento al movimiento de mujeres. Sean honestos: ¿Cuanto hacen que no advierten tantas cosas? Nos matan en sus narices. Ojalá esta misma justicia tuviera tanta celeridad y firmeza con los femicidas o aunque sea la voluntad de investigarlos. 

Lo que se discute cuando se discute la nulidad de esta causa son nuestras existencias en los espacios públicos. El uso de la calle y el derecho a habitarla, a escribirla, a transitarla sin miedo y a protestar libremente. El intento de disciplinamiento por lo tanto es para todas y “que no se vuelva a repetir”. La nulidad de esta causa constituye una victoria fundamental en un contexto en el que hablan de vandalismo y proponen como política pública una “campaña antigrafiti”. Vandalismo es endeudar el pais por 100 años. Vandalismo es sacar platos de comida de nuestras mesas.

El verdadero delito por daño agravado quizas sea entonces el retroceso en materia de derechos y como esto condiciona nuestras vidas. ¿Quien los juzga a ellos por las violencias a las que nos sometieron y nos someten?

El dia despues el 8 de marzo, dia del historico paro internacional de mujeres volvieron a salir a la caza. 20 compañeras sufrieron vejaciones aun peores que las nuestras. Por ser mujeres, por expresarse, por ser lesbianas o bisexuales. No podemos dejar de ver aca una causalidad absoluta y vinculante.

No tener miedo tambien es una decisión política y orgullo nuestra respuesta. Sabemos que estamos para nosotras, que somos un montón y que no vamos a negociar de ninguna manera nuestras voces. No nos callamos, no nos reconciliamos. Hay un estado ausente, una justicia que intenta atemorizar con causas judiciales al movimiento de mujeres y una victoria por conquistar, como siempre, juntas.

Respondemos con orgullo porque realmente ser lesbianas y feministas es un orgullo para nosotras. Nuestras compañeras son un orgullo y la fuerza que sostiene. Ustedes aca hoy, nosotras, siempre, codo a codo.