Este jueves, la Justicia mendocina rechazó el pedido de prisión para los sacerdotes Nicolás Corradi y Horacio Corbacho, acusados de abuso sexual contra niños hipoacúsicos en el Instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo.

Los pedidos, de prisión domiciliaria para Corradi, de 82 años de edad; y preventiva para Corbacho, de 55; habían sido formulados por la defensa de ambos sacerdotes, que con la decisión de la jueza de Garantías Alejandra Alonso, continuarán detenidos en una cárcel común, en el penal de Boulogne Sur Mer, junto con otros tres empleados del establecimiento, que también fueron acusados.

Por su parte, Sergio Salinas, vicepresidente de la Fundación Xumek, reveló en declaraciones a la prensa que Corradi y Corbacho "no hicieron ninguna declaración, sino que estaban con las manos como rezando”, y sostuvo: “Desde Xumek hemos planteado que era imposible que les den la libertad a estas personas".

Asimismo, Salinas manifestó que el pedido de la defensa era que "la prisión domiciliaria se lleve a cabo en el Instituto Próvolo", lo que consideró "una falta de respeto a la dignidad de las víctimas que hoy no tienen amparo de educación".