La postal del desempleo llega desde la región norte del país, donde 160 familias perdieron su fuente de trabajo como consecuencia de la política productiva que impulsa el macrismo, bien alejada de la defensa de la industria nacional.

Con la apertura de importaciones, la fábrica Unisol -que produce para la marca Puma- echó a 160 empleados de sus plantas en Chilecito y Chamical, provincia de La Rioja, ya que se volvió muy difícil competir con los productos que viajan desde el sudeste asiático.

Los trabajadores realizaron una movilización en reclamo de su reincorporación, y el pedido al Estado de una ayuda económica para que la empresa pueda competir: "Macri pará la mano" y "Martínez traidor", se lee en las pancartas que portaron en la manifestación.

"Siento una mezcla de impotencia y desesperación", dijo el diputado Luis Beder Herrera, uno de los referentes políticos que estuvo en la protesta, según consignó El Destape.

Unisol tenía mil empleados, pero desde finales de 2015 la reducción de personal fue inevitable: el último marzo cerraron la planta de Sangasta con 70 puestos laborales perdidos. Pocos días después despidieron a 40 trabajadores en Chilecito y a otros 30 que trabajaban en la ciudad de La Rioja.

Los números los obligaron a repetir: en el primer trimestre del año llegaron 4.966.217 pares de zapatillas, es decir 1.566.711 pares más que aquellos que ingresaron durante el mismo período en 2016, lo que equivale a un aumento del 46 por ciento.

El gremio Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA) advirtió que la importación de partes de zapatillas para ensamblar está en claro descenso y que las bajas laborales podrían seguir dándose.

Datos de UTICRA

Puma despidió a 160 trabajadores en La Rioja