En las góndolas de otros países se ofrece una gran cantidad de productos "Made in Argentina" ¡qué bien! pero mucho más baratos que en la propia Argentina, ¡qué mal!

Es insólito. Miles de turistas argentinos que este verano salieron a pasear y a comprar al exterior se encontraron con la situación de que, si volvían con fideos y vinos en vez de con ropa y tecnología, también estaban ahorrando.

El diario Clarín realizó un relevamiento en cadenas de supermercados pudo verificar esta semana que decenas de alimentos, bebidas y otros artículos masivos de "industria argentina" se venden en Chile, Uruguay y Brasil a precios hasta 37% menores que los hallados en góndolas porteñas.

Los casos que primero llaman la atención son los de algunos dulces y golosinas. El Mantecol sale $ 33,85 en un súper de Buenos Aires en su versión de 110 gramos, pero se consigue a $ 21,60 en Santiago de Chile y a $ 21,35 en Montevideo. Siempre al tipo de cambio oficial, las galletitas Mini Oreo de 50 gramos acá están a $ 11,10 y detrás de la Cordillera se ven a $ 7,10 (-36%). El turrón de maní Arcor, en vez de $ 6,30, cuesta $ 4,33 (-36%) en Brasil. Y en Uruguay se venden a $ 48,30 (-19%) duraznos en almíbar BC que en la Argentina, donde se enlataron, salen $ 59,40.

Por otro lado, las galletitas Cerealitas de arroz, lejos de los $ 49,69 del local porteño, valen $ 39,57 en Chile y $ 36,52 (-26%) en Uruguay, y las de marca Toddy que acá se ofrecen a $ 14,69 se ven al mismo precio en Uruguay y a $ 11,55 (-21%) en Chile. También allí, los alfajores argentinos Chocoarroz salen 5% menos, las galletitas Quaker con pasas valen 8% menos y las Cerealitas de salvado, 12% menos.

Pero eso no es todo, en lácteos argentinos las diferencias llegan al 21%. En Uruguay, por caso, la botella de leche La Serenísima cae de $ 32,99 a $ 28,65 y el queso cremoso de esa marca, en vez de $ 219 por kilo, vale $ 182,60 (-17%). En Sancor, otra importante exportadora, su queso feteado Quesabores baja de $ 65,70 a $ 51,69 (-21%) al cruzar el Río de la Plata, la manteca de 100 gramos vale 13% menos en Brasil ($ 22,29 contra $ 19,40) y el kilo de queso Fontina, en lugar de $ 382,70, se consigue a $ 353 (-8%).

Polenta Presto Pronta (-10%), avena Quaker (-9%), té Taragüí (13%), jugos Ades (17%), jardinera y cóctel de frutas La Campagnola (-6%) y aceitunas Nucete (-19%) fueron otros artículos hallados más baratos afuera. Y en Chile, a diferencia de los otros países, sorprendió ver una decena de productos de limpieza argentinos con precios hasta 24% menores. Por ejemplo, una cera para pisos Blem de $ 61,20 se ofrece a $ 46,45, un desinfectante Lysoform de $ 62,75 se puede traer por $ 53,82 y un limpiador de baños Cif está a $ 58,74 contra $ 65,95 del súper porteño.

Ante la consulta, supermercadistas y fabricantes de alimentos reconocieron el fenómeno y lo atribuyeron principalmente a que en la Argentina se pagan impuestos y salarios más altos que en los países vecinos. Olvidándose también que gracias a la falta de controles por parte del Estado los únicos formadores de precios son justamente los supermercadistas, que más allá de la fuerte carga impositiva remarcan hasta tener ganancias de hasta el 200% en algunos productos.