El proyecto, sancionado a fines del año pasado por la Cámara de Diputados, no prevé el autocultivo y este miércoles fue convertido en ley, por unanimidad y sin debate, el uso medicinal del cannabis. 

Los integrantes de las Comisiones de Salud, Ciencia y Tecnología y Presupuesto y Hacienda apoyaron de manera unánime el dictamen luego de escuchar los testimonios de médicos y familiares de pacientes con problemas neurológicos que utilizan el aceite de cannabis.

La propuesta establece un marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y paliativo del dolor de la planta de cannabis y crea un programa nacional para el estudio y la investigación de su uso. 

El Ministerio de Salud, además, deberá garantizar el aprovisionamiento de los insumos necesarios, ya sea a través de la importación o la producción por parte del Estado nacional, para lo que autoriza el cultivo de plantas de marihuana al Conicet y al INTA.

Por su parte, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) permitirá la importación de aceite de cannabis, cuya provisión será gratuita para quienes estén incorporados al programa a través de un registro nacional.

Finalmente, el proyecto establece que el Estado impulsará la producción pública de cannabis y su industrialización para uso exclusivamente medicinal, terapéutico y de investigación.