“Los trabajadores de las dependencias diplomáticas españolas en Argentina han llamado a una huelga por tiempo indeterminado por la brutal pérdida de poder adquisitivo que supone la inflación de este país, una de las más altas del mundo”.

El entrecomillado del párrafo anterior responde a que se trata de una cita textual del diario español El País. De hecho, así comienza la nota que da cuenta de la medida de fuerza que realizan 170 empleados de la legación español en Buenos Aires y de los diferentes consulados que hay en el país.

La situación de esos trabajadores que, por cierto, viven en nuestro país pero cobran salarios europeos y en dólares, es desesperante, según aseguran, ya que con un 40 por ciento de inflación en 2016 sus ingresos se han depreciado brutalmente. Así denuncian “un 40 por ciento de pérdida del poder adquisitivo”.

De acuerdo a las comisiones internas gremiales que representan a los trabajadores españoles en la Argentina, en diciembre de 2016 se registró una inflación acumulada en dólares del 53,6 por ciento, lo que equivale a una reducción del salario que ronda el 34,1 por ciento.

Además, el diario español advierte que donde la inflación se siente “sobremanera” –textual– es en los alimentos, por lo que estos trabajadores (se insiste: que cobran salarios europeos en dólares) ya no pueden ni subsistir en la Argentina del macrismo.

Qué les queda entonces a los asalariados argentinos que cobran sueldos argentinos y en pesos…