Con total impunidad y ante unos 300 empresarios del sector energético y algunos funcionarios del Gobierno que participaron del primer encuentro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el dueño de IMPSA, Enrique Pescarmona, se despachó con una serie de declaraciones completamente desubicadas y repudiables, que hasta el momento no fueron rechazadas por los asistentes del evento.

Uno los dichos más despreciables del empresario en el coloquio que se desarrolló en el Museo de Bellas Artes bajo el título “La Energía como Motor del Crecimiento”, fue cuando dijo que “las chicas de 14 años se hacen preñar y tienen un bebé para que les den unos mangos con la Asignación Universal Por Hijo”.

Pero esto no fue lo único que expresó Pescarmona, que también consideró que “el asistencialismo no sirve, es retrógrado"; aseguró que “un tercio de los argentinos es pobre, pero muchos son inempleables"; y remarcó que sus "empleados trabajan como si fueran normales después de un año de capacitación".

"Van a faltar entre 12 a 14 años para que los trabajadores argentinos sean normales", sostuvo el empresario, y como si fuera poco, añadió: "Hace 40 años los obreros venían mejor preparados en la Argentina; antes te llevaba dos o tres meses capacitarlos, ahora tenemos que hablar de doce o catorce meses".

El dueño de IMPSA no quiso ampliar sus comentarios cuando fue abordado por la prensa al retirarse del evento, mientras que ni desde la AEA ni desde el Gobierno, ya que participaron algunos de sus funcionarios como Juan José Aranguren, salieron, hasta el momento, a rechazar estas desagradables declaraciones.

Pescarmona era el principal accionista de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), el fabricante de turbinas que intenta salir de la mayor cesación de pago empresarial de Argentina en una década.

De acuerdo con el portal Infobae, el empresario, que anunció que se presentará en la licitación de turbinas para la represa de Yacyretá, está en medio de una pelea con sus acreedores que sólo comenzó a acercarse a una resolución después de que el presidente Mauricio Macri le pidiera al Banco Nación que diera prioridad al salvataje del fabricante de turbinas y los empleos que creó, incluso si eso significaba que Pescarmona ya no estuviera a cargo.