Un hecho insólito llamó la atención en Luján, provincia de Buenos Aires, donde los trabajadores del Museo de Bellas Artes se enteraron que por un día debían ausentarse de sus puestos de trabajo. El lugar se había llenado de vallas, donde seguridad y los hombres de negro hacían su entrada para quedar quietos. Cada vez llegaban más autos de negro y la imagen se esclarecía un poco más, pero la presencia de Mauricio Macri no aparecía en la agenda de la televisión.

Según cuenta El Civismo, medio local de Luján, dentro del Museo, que pudieron acceder una vez que se retiró el primer mandatario, solo quedaban algunos funcionarios municipales y militantes del PRO que habían tenido una suerte de reunión íntima. Pero el hecho en sí, no se sabía nada. Se habló de una reunión con María Eugenia Vidal por el boleto estudiantil, pero de confirmaciones, nada. 

Al rededor de 50 personas nada más se agolparon frente a las vallas que los distanciaban del hombre que lleva los hilos de la nación y a quién vieron pasar fugazmente en un auto blindado.