Se come de cualquier forma, pero se come: a caballo, a la napolitana, de pollo o carne de vaca , con papas fritas y huevos fritos o con puré, la milanesa es una constante de las mesas nacionales. Y si bien no se sabe su origen exacto, su nombre en español proviene de la ciudad italiana de Milán, y llegó a América a fines de siglo XIX de la mano de la ola migratoria.

Por ello, a través de las redes sociales se viralizó el hashtag "Día de la Milanesa" y la gente comenzó a subir fotos de las milanesas que iban a comer y hasta les dedicaron poemas. Un fenómeno bien argento.