Durante el enfrentamiento entre la Policía y los manteros, de la estación Once de la ciudad de Buenos Aires, tuvo lugar esta escena que muestra, dura y claramente, la falta de miramientos a la hora de avanzar para reprimir a los manifestantes. 

En esta ocasión, y sin siquiera tener reparo, los hombres armados detrás de sus escudos comenzaron a moverse sin considerar a la mujer en silla de ruedas que estaba ante ellos y que recibió gas lacrimógeno en la cara.

También puede observarse cómo la mujer es tironeada y queda en el medio de un clima de tensión mientras su silla es levantada del suelo.