En un fallo inédito en Uruguay- donde está permitida la interrupción legal del embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación- la justicia tomó en consideración la decisión del futuro padre de querer tener un hijo y no permitió que su pareja aborte. 

La joven llevaba 10 semanas de embarazo pero el centro no pudo realizarle el aborto ya que había un recurso de amparo presentado por el futuro padre. 

Según indica el texto judicial, el hombre afirmó haber "intentado de todas las formas posibles hacer reflexionar a la demandada para que depusiera su actitud, lo cual resultó infructuoso" y que por eso activó "los mecanismos legales tendientes a la protección de la vida del hijo en común".

El hombre aseguró- ante el juzgado en la ciudad de Mercedes, departamento de Soriano-  que está dispuesto a hacerse cargo de su futuro hijo y que posee los medios económicos para hacerlo. Fue la jueza Pura Concepción Book Silva quien accedió al pedido y ordenó que se frenara el procedimiento aunque lo justificó en términos de que la madre no estaba en riesgo y no se atenía a lo planteado por la ley. 

La ONG Mujer y Salud Uruguay (MySU) acusó a la jueza de buscar "abrir de nuevo el debate sobre la ley, algo que no es su potestad" y afirmaron que lo que buscan es que "se venza el plazo de 12 semanas de gestación" para que no pueda abortar.