Una noticia insólita se dio a conocer este jueves, sobre la vuelta del presidente argentino desde España en un vuelo de Aerolíneas Argentinas, donde viajaban también dos colombianos que llevaban 64 mil pastillas de éxtasis.

Los controles del aeropuerto de Barajas no detectaron los estupefacientes, y los narcotraficantes viajaron como si nada, en el mismo vuelo que Macri.

La sustancia estaba oculta en un doble fondo de los laterales de la valija, aunque en Ezeiza tampoco fueron descubiertos. Sino que fue obra del azar.

Al hacer un trasbordo hacia Aeroparque, los colombianos identificados como Consuelo Martínez Muñoz, de 49 años, y Robinson Ocampo, de 32, se encontraron con el sistema del botón, y la suerte les jugó una mala pasada.

La causa recayó en el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 6, quien en las últimas horas ordenó el procesamiento de Martínez Muñoz y Ocampo por el delito de "tentativa de contrabando de exportación por ocultamiento, agravado por tratarse de estupefacientes inequívocamente destinados a ser comercializados".

Voceros de la PSA plantearon dudas respecto a la procedencia de la droga, la que podría no haber llegado desde España. Según dejaron trascender, las pastillas de éxtasis ya estaban en Buenos Aires y no habrían ingresado por Ezeiza. Sin embargo, el juez no hizo caso a esas hipótesis.