Según el organismo recaudador de la provincia de Buenos Aires, ARBA, embarazarse, enfermarse o adoptar un niño o una niña es motivo suficiente para perder parte del salario. Según su director, Gastón Fossati, quienes acudan a las licencias para este tipo de situaciones "perderán la productividad".

La justificación es que se necesita aumentar la recaudación, el diario Página/12 realizó una cobertura especial del tema y contó cómo desde ARBA se le quieren quitar derechos a las trabajadoras.

En la nota la historia de varias mujeres embarazadas que cobrarán menos por estarlo da escalofríos. "Laura es una trabajadora que está embarazada y se enteró hace pocos días que su sueldo va a bajar. Viviana viaja casi dos horas a su trabajo de ida y vuelta. Tiene mareos, la cintura le cobra la falta de descanso, pero no puede hacer reposo porque necesita llegar a pintar la pared de un cuarto para la beba que está esperando. Cynthia es madre soltera y no tiene con quien compartir los gastos de pañales, ni las levantadas nocturnas. Si ella no lleva la plata para la comida y el jardín de su otro hijo nadie lo hace. Romina buscó el embarazo cuando se sentía bien con su pareja y podían pensar en construir una pieza para su hijo/a. Ahora no sabe si parar la obra o seguir adelante a base de deudas. Daniela quería arreglar un auto que ya vive más en el mecánico para no arriesgarse a sufrir náuseas arriba de los dos colectivos que se toma del trabajo a su casa. Pero si se le achican los ingresos no se anima a nada. Karina ya había visto un cochecito y se había imaginado la ropa, los juguetes y la forma de salir a la calle con su hija de paseo para enfrentar el frío del invierno. Su imaginación se detuvo. Nunca ni a ella, ni a ninguna, se les cruzó por la cabeza que por ser madres les iban a descontar de su cuenta sueldo la licencia de maternidad de noventa días que es obligatoria para todas las madres de la Argentina. Pero lo inimaginable sucedió y les dio más náuseas durante el embarazo y puerperio", sostiene el artículo de Las/12.

El Director del organismo, Gastón Fossati, decidió que un plus por productividad histórico en el organismo (que ya forma parte del cálculo de ingresos de los y las trabajadoras) se les iba a quitar a quienes se tomen cualquier licencia, incluso la de maternidad, adopción y cuidado de hijos e hijas.

La especialista en política social comparada de la Universidad de Costa Rica Juliana Martínez Franzoni, sostuvo: "Sujetar medidas de productividad al no uso de un derecho sería como incentivar que la gente no se vacune para no usar los servicios de salud. Posiblemente se ahorren una vacuna, pero las consecuencias serían mucho más graves que el costo de una vacuna. Las licencias son un derecho que debe ser estimulado para su uso pleno. Ya con las licencias tan cortas que hay en la Argentina las mujeres de mayores ingresos pueden tomar licencias más largas y las mujeres con menores ingresos o que no conviven con una pareja que no las mantiene económicamente (que es la realidad de la mayoría) no pueden hacerlo. Por eso, esta medida va a contrapelo de las recomendaciones internacionales y de la búsqueda por asegurar los cuidados básicos. Los países más desarrollados tienden a fortalecer la presencia de madres y padres durante los dos primeros años de vida. Cuando el Estado incentiva que la gente no tome licencias deja librado los cuidados al bolsillo de la gente, a la capacidad de pago, al mercado y, por lo tanto, genera injusticia".

En dinero una mujer que se tome licencia por maternidad puede sufrir una multa en sus ingresos de aproximadamente 13.500 pesos. Y si el bebé es prematuro (y la licencia más larga) el recorte a la plata que se le va a evaporar del cajero puede llegar a 20 mil pesos. 

"La normativa es discriminatoria porque ni siquiera los objetivos de productividad y recaudación son personales, pero se le descuenta las embarazadas y otros afectados. Representa el equivalente a dos sueldos por año y se incluye tácitamente en la negociación por paritarias. Y para una embarazada o recién parida es con lo que contas para gastos como cochecito, ropa, preparación de la casa y pañales", sostiene una de las afectadas por el descuento por panza.

Laura Sotelo, delegada y responsable de género de ATE Capital, dice: "Repudiamos la paritaria cerrada por UPCN donde no se recupera el salario perdido ni alcanza la inflación sino que además se agregan sumas por productividad y presentismo donde se entiende el trabajo como meritocracia. El presentismo afecta a las mujeres que cargamos con los cuidados y las responsabilidades de la casa. Esta medida es inconstitucional y vamos a ver las consecuencias en el bolsillo".