Este viernes, el Comité contra la Tortura de la ONU hizo pública su preocupación por "la práctica recurrente de la tortura y el maltrato" en las unidades carcelarias argentinas y los "traslados arbitrarios de detenidos lejos de sus familias a modo de castigo encubierto".

Según informa la agencia EFE, la ONU cuenta con denuncias sobre violencia institucional contra los reclusos al ingresar a las cárceles y "otras prácticas de asfixia con bolsas, torturas en los oídos, tobillos y plantas de los pies, así como castigos colectivos gravosos".

Por esa razón reclamó al Gobierno medidas "urgentes” para terminar con los tormentos y que "reafirme de forma inequívoca la prohibición absoluta de la tortura".

Además pidió que investigue "sin demora, exhaustivamente y de manera imparcial todos los casos de violencia cometidos en los centros de detención" y que garantice, cuando sea posible, que los reclusos sean alojados en cárceles cercanas a sus hogares.

Otro de los puntos criticados por la ONU es "el elevado número de muertes en detención" que, según cifras oficiales, ascendió a un promedio de 43 anuales en el sistema penitenciario federal.