Ocurrió a las 5:45 de la madrugada, horario en que dentro del comercio solo se encuentran tres empleados de limpieza, el sereno y el gerente, quien se llevaría la peor parte de la historia.

Siete delincuentes ingresaron al local ubicado en la avenida Corrientes pidiendo el dinero de la recaudación del pasado domingo. Pero para hacerlo utilizaron métodos de tortura contra el gerente del local.

Primero lo llevaron hacia el fondo de la pizzería, lo golpearon, lo asfixiaron y -como si fuera poco- por último le clavaron cuatro ganchos de abrochadora en la oreja. Mientras al resto de los empleados los maniataron con precintos.

Los delincuentes, que estaban con uniformes de policías y chaleco antibalas, "hablaban y se movían como policías", según contó una de las víctimas del robo al canal C5N.

Finalmente, sin poder abrir la caja fuerte, los malhechores escaparon en una camioneta y dos autos.