Denunció a su ex pareja por violencia de género, pero su pesadilla nunca paró. Se tatuó en un brazo su número de DNI por "miedo a terminar en un descampado" y reveló a jueces y fiscales que su agresor aplicaba la picana eléctrica sobre el cuerpo de tres de sus cuatro hijos.

La última advertencia fue la visita de dos matones que le gatillaron varias veces en la cabeza para amenazarla. "Sentí el arma en la cabeza, se burlaban y se decían ; eran dos personas, yo sólo veía la sombra", contó de forma escalofriante. Quiero justicia hoy, no quiero que mi papá y mi mamá vayan a Tribunales con una remera con mi foto a decir", pidió en forma desesperada.

En diálogo con El Tres TV, la mujer contó que ya lleva más de 15 años así: "No sé qué hace otra mujer en mi caso, yo toqué todas las puertas que pude tocar. Quiero justicia hoy, viva, no quiero que mi papá y mi mamá vayan con una remera a Tribunales a decir. Quiero justicia hoy porque quiero ver crecer a mis hijos", dijo desesperada.

Jimena ya pidió ayuda varias veces, antes hizo público su caso en marzo de este año y mostró el tatuaje de su número de DNI junto a la leyenda "Ni una menos" y lanzó una frase alarmante: "Hacer una denuncia por violencia de género es como firmar un acta de defunción", aseguró.

"Esta Justicia es tan guacha, que son capaces de devolverle los chicos a él si a mi me pasa algo; yo denuncié que él usaba la picana eléctrica contra los chicos, y con ese dato los jueces y fiscales no hicieron nada. No se puede dejar pasar algo así", denunció.