Investigadores e investigadoras de la Universidad de Northwestern, en Chicago , EE.UU. publicaron un estudio con un avance que podría revolucionar las técnicas de reproducción asistid. Utilizaron tecnología 3D para imprimir óvulos artificiales.

Comandados por la doctora Ramille Shah, investigadorxs consiguieron que ratones a los que se les habían extirpado los ovarios lograran recuperar su fertilidad luego de que se les implantara uno artificial hecho con una impresora 3D. Pero, además, las hembras recuperaron su ciclo de ovulación y tuvieron crías sanas.

Los y las profesionales utilizaron una impresora con esta tecnología donde se construyeron una serie de tubos gelatinosos entrelazados. En el medio de estos, se colocaron óvulos que aún no habían madurado, además de células foliculares del ovario, cuya función es ayudar al desarrollo o madurez de los óvulos.

Luego consiguieron que las células se instalaran en la red de tubos trasplantada, que imita a la matriz que rodea a las células de un tejido, un material que resulta indispensable para la comunicación y la nutrición de las células que se localizan en él.

Según se desprende de la investigación publicada en la prestigiosa revista científica Nature Communications, el conjunto de tubos de gel fue creado de manera tal que queden pequeños espacios de un diámetro específico que permitió la efectiva interacción de las células hasta formarse óvulos maduros y fértiles.

"Existen múltiples causas de infertilidad, entre ellas, el fallo ovárico precoz, en el cual la mujer se queda sin óvulos precozmente, es decir antes de los 42 años. En particular esta tecnología permitirá en el futuro, una vez conocido el riesgo de una mujer de padecer dicha patología, realizar una pequeña biopsia de ovario, criopreservarla y cuando la mujer quiera ser madre se podrá implantar los folículos obtenidos en este implante sintético para que naturalmente la mujer pueda concebir", sostuvo el doctor Fernando Neuspiller, especialista en reproducción asistida y director de IVI Buenos Aires, al diario La Nación.

"Estas técnicas recién se están estudiando en el modelo animal por lo cual faltan al menos unos 5 a 7 años para poder evaluar si en humanos también es eficiente. Por otro lado, hay que destacar que estos modelos en general ayudarían a aquellas pacientes que hayan preservado tejido ovárico y no óvulos que, en la actualidad, es el método más eficiente de preservación de la fertilidad", agregó.