El presidente de la Federación Industrial Panaderil (FIP) de la provincia de Buenos Aires, Emilio Majori, confirmó este lunes que la semana entrante el valor del kilo de pan al público aumentará un 15 por ciento, por lo que rondará los 50 pesos.

En la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, el sector estudia la posibilidad de un "lockout" para visibilizar la crisis y ante la falta de respuestas por parte del Gobierno, al que ya elevaron reiterados pedidos.

​"Ahora, el precio promedio del kilo de pan es de 40 pesos, pero tenemos que llevarlo si o sí a un nivel más cercano a los 50 pesos. La situación es caótica. La industria panaderil está en pie de guerra, en asamblea permanente, con la intención de dejar de pagar impuestos", dijo Majori.

Majori formuló estas declaraciones a la agencia NA, durante una cumbre industrial en la ciudad de Rosario, donde presidentes y representantes de asociaciones de panaderos de todo el territorio mantuvieron una reunión, con especial atención en "el alarmante avance de la clandestinidad".

"Hay comerciantes que hacen pan en un galpón con la persiana baja, sin empleados y sin pagar impuestos, y luego lo venden en los comercios de barrio o supermercados", se quejó el dirigente que elevó reclamos al Gobierno nacional, provincial y municipal en reiteradas oportunidades, pero sin respuestas. Este silencio oficial podía terminar en un "lockout", es decir, la generación de faltante del producto.

Según el titular de FIP, el sector enfrenta una suba del 40% en los costos y una caída del 20% en las ventas, por lo que el avance de los productos clandestinos en el mercado, sigue perjudicando a los trabajadores registrados. 

"No hay controles. Cualquiera hace cualquier pan en cualquier lugar, en un galpón o en un comercio sin declarar la actividad. Es competencia desleal. Analizamos hacer un lockuot para llamar la atención de las autoridades", lanzó Majori.