El proyecto presentado por los senadores del Frente para la Victoria Elena Corregido (Chaco) y Aníbal Fernández (Buenos Aires) para que los jóvenes de 16 años puedan tener la opción de ejercer el derecho al voto de manera optativa, tal como sucede con los ciudadanos mayores de 70 años, ya está generando declaraciones a tanto a favor como en contra y muy probablemente se transforme en un tema que habilite grandes debates como sucede toda vez que se pone en discusión es la ampliación de derechos.
Desde algunas fuerzas de oposición no se hicieron esperar las reacciones. El radical Gerardo Morales, fiel a su costumbre de descalificar de plano todo proyecto que provenga del oficialismo manifestó que "En este momento político, con tanta puja de poder en el gobierno, el Frente para la Victoria termina desnaturalizando cualquiera buena iniciativa. Han perdido el sentido común" y para no ser menos que su compañero de bancada Ernesto Sanz cuando un año atrás dijo que el dinero de la Asignación Universal por Hijo se iba “por la canaleta del juego y la droga”, el senador jujeño remató: "Esperemos que el kirchnerismo no pretenda usar a los chicos para cambiarle un voto por una notebook, cuando el acceso a la tecnología y la educación son derechos”
En el FAP, todo indica que tendrán mucha discusión interna puesto que mientras se supone que fuerzas como el Socialismo y Libres del Sur verían con buenos ojos la iniciativa, el senador por la provincia de Buenos Aires, Jaime Linares, un radical enrolado en el GEN de Margarita Stolbizer no pudo con su genio y reaccionó con los típicos reflejos que en los últimos años tienen los hombres y mujeres del partido de Alem e Yrigoyen al señalar que "No es el momento correcto para debatir un tema que no figura en la agenda de la sociedad"
En los fundamentos del proyecto de Corregido y Fernández se lee: “Existe por parte de los jóvenes una demanda cada vez mayor de participación formal en niveles locales, comunales, municipales y, por parte de los adolescentes, en colegios secundarios y universidades. Los temas nacionales son parte de sus debates y discusiones, sostenidos desde una voluntad genuina.
Después de décadas en que los asuntos públicos no formaban parte del horizonte de los jóvenes, hoy comparten y piensan un proyecto de nación, de estado, de economía. Muestran un mayor interés en cambiar las cosas más inmediatas que los afectan.
Es posible hoy pensar en un futuro, en un proyecto de sociedad y de país para los jóvenes. Muchas de las políticas sociales tienden a encaminar y formar profesionalmente y laboralmente a los jóvenes. Un ejemplo de ello, es el Programa Jóvenes con más y mejor trabajo, el programa Fines.
Así como se está produciendo un recambio generacional en la política, también se percibe y sobre todo, son los jóvenes los que perciben, que la política a nivel nacional está conectada con su vida cotidiana y su realidad. Ya no existe ese desfasaje, esa distancia o ajenidad entre las cuestiones políticas y las de los espacios públicos cotidianos donde los jóvenes se desarrollan y se desenvuelven.”
La militancia local y barrial es una forma de organización política, con un fuerte anclaje en los valores y prácticas organizativas propias de la democracia. Es la política llevada al territorio, al contacto directo con los vecinos, que adquiere sentido en tanto se llevan a las prácticas los valores políticos que la sostienen. Y al mismo tiempo, constituye un espacio de construcción de la identidad de los jóvenes que se están desarrollando y creciendo. Se dan los dos procesos al mismo tiempo:
Cambio en el concepto de política, relacionada con las cuestiones que forman parte de la vida cotidiana de los ciudadanos y entre ellos los jóvenes. La política y la militancia se hicieron propias en estos jóvenes, forman parte de sus vidas, de sus ambiciones, de sus sueños e ideales, de su presente y su futuro.”
Texto del proyecto y los fundamentos

El proyecto presentado por los senadores del Frente para la Victoria Elena Corregido (Chaco) y Aníbal Fernández (Buenos Aires) para que los jóvenes de 16 años puedan ejercer el derecho al voto de manera optativa, tal como sucede con los ciudadanos mayores de 70 años, ya está generando declaraciones tanto a favor como en contra y muy probablemente se transforme en un tema que habilite grandes debates como sucede toda vez que se pone en discusión es la ampliación de derechos.

Desde algunas fuerzas de oposición no se hicieron esperar las reacciones. El radical Gerardo Morales, fiel a su costumbre de descalificar de plano todo proyecto que provenga del oficialismo manifestó que "En este momento político, con tanta puja de poder en el gobierno, el Frente para la Victoria termina desnaturalizando cualquiera buena iniciativa. Han perdido el sentido común" y para no ser menos que su compañero de bancada Ernesto Sanz cuando un año atrás dijo que el dinero de la Asignación Universal por Hijo se iba “por la canaleta del juego y la droga”, el senador jujeño remató: "Esperemos que el kirchnerismo no pretenda usar a los chicos para cambiarle un voto por una notebook, cuando el acceso a la tecnología y la educación son derechos”

En el FAP, todo indica que tendrán mucha discusión interna puesto que mientras se supone que fuerzas como el Socialismo y Libres del Sur verían con buenos ojos la iniciativa, el senador por la provincia de Buenos Aires, Jaime Linares, un radical enrolado en el GEN de Margarita Stolbizer no pudo con su genio y reaccionó con los típicos reflejos que en los últimos años tienen los hombres y mujeres del partido de Alem e Yrigoyen al señalar que "No es el momento correcto para debatir un tema que no figura en la agenda de la sociedad"

En los fundamentos del proyecto de Corregido y Fernández se lee: “Existe por parte de los jóvenes una demanda cada vez mayor de participación formal en niveles locales, comunales, municipales y, por parte de los adolescentes, en colegios secundarios y universidades. Los temas nacionales son parte de sus debates y discusiones, sostenidos desde una voluntad genuina.

Después de décadas en que los asuntos públicos no formaban parte del horizonte de los jóvenes, hoy comparten y piensan un proyecto de nación, de estado, de economía. Muestran un mayor interés en cambiar las cosas más inmediatas que los afectan.
Es posible hoy pensar en un futuro, en un proyecto de sociedad y de país para los jóvenes. Muchas de las políticas sociales tienden a encaminar y formar profesionalmente y laboralmente a los jóvenes. Un ejemplo de ello, es el Programa Jóvenes con más y mejor trabajo, el programa Fines.

Así como se está produciendo un recambio generacional en la política, también se percibe y sobre todo, son los jóvenes los que perciben, que la política a nivel nacional está conectada con su vida cotidiana y su realidad. Ya no existe ese desfasaje, esa distancia o ajenidad entre las cuestiones políticas y las de los espacios públicos cotidianos donde los jóvenes se desarrollan y se desenvuelven.”

La militancia local y barrial es una forma de organización política, con un fuerte anclaje en los valores y prácticas organizativas propias de la democracia. Es la política llevada al territorio, al contacto directo con los vecinos, que adquiere sentido en tanto se llevan a las prácticas los valores políticos que la sostienen. Y al mismo tiempo, constituye un espacio de construcción de la identidad de los jóvenes que se están desarrollando y creciendo. Se dan los dos procesos al mismo tiempo: Cambio en el concepto de política, relacionada con las cuestiones que forman parte de la vida cotidiana de los ciudadanos y entre ellos los jóvenes. La política y la militancia se hicieron propias en estos jóvenes, forman parte de sus vidas, de sus ambiciones, de sus sueños e ideales, de su presente y su futuro.”

Texto completo del proyecto y los fundamentos