Trabajadores de PC-Arts Argentina, dueña de la marca de productos tecnológicos Banghó, tomaron la planta de Vicente López en reclamo contra los 250 despidos anunciados por la empresa, que en un comunicado culpó a la política de apertura de importaciones iniciada por el macrismo.

Los trabajadores que encabezan la toma de la planta denuncian que la patronal pretende pagarles sólo el 50 por ciento de la indemnización que les corresponde. Según informó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en realidad se trata de casi 250 despidos: 183 de la UOM, otros 40 del sindicato de Empleados de Comercio y 20 más fuera de convenio.

“Como consecuencia de la eliminación del arancel de 35% para la importación de productos informáticos, PC-Arts Argentina se vio obligada a cerrar una de sus principales plantas de fabricación, ubicada en Vicente López, y a la desvinculación de 205 trabajadores”, señalaron las autoridades de la firma en un comunicado reproducido por El Cronista.

Con la aplicación del plan 'computadoras baratas' y la confirmación oficial de la eliminación del arancel de 35% para las computadoras, notebooks, tablets y sus componentes importados, la empresa adujo la imposibilidad de competir. 

"La medida, dispuesta por la Secretaria de Comercio del Ministerio de Producción de la Nación, hace inviable la producción local ante la imposibilidad de competir con productos provenientes de países con altos subsidios a la exportación, como es el caso de China", agregó el texto.

La compañía culpó directamente al Gobierno por no haber defendido la producción nacional: "Lamentablemente, todos los esfuerzos y gestiones realizadas por la empresa, cámaras y sindicatos de la Industria ante las autoridades de los Ministerios de Producción y de Trabajo de la Nación, tendientes a revertir la medida, han sido infructuosos", apuntaron contra los funcionarios Fancisco Cabrera y Jorge Triaca, respectivamente.

Carlos Suaya, presidente de Banghó, no fue contrario a la apertura aunque dejó en claro que la quita de gravámenes fue demasiado contundente: "Nos parece bien que abran la economía, porque la importación ayuda a contener los precios internos. Pero cuando se pone un arancel cero con un país como China, directamente desaparecemos. Es verdad que somos caros pero esto tiene que con el costo privado y también con el peso de los impuestos. En estas condiciones es imposible invertir y organizarnos", sostuvo en declaraciones a iprofesional.com. 

"Nosotros éramos importadores y hace cuatro años nos pusimos a producir. Primero ensamblábamos pero con el tiempo fuimos agregando mucho valor y capacitación. Pero es estúpido pensar que podés fabricar algo en el país con este arancel", describió cómo fue mutando la operatividad hasta convertirse en una fábrica real. 

A fines de diciembre pasado, Informática Fueguina S.A. de Río Grande, que forma parte del Grupo BGH, cerró sus puertas dejando a más de 160 familias en la calle. Allí se acordaron retiros voluntarios.