Ayelén Roldán tiene 20 años y está presa desde diciembre de 2016, cuando se defendió de las agresiones que sufría por parte de su pareja, al que ya había denunciado cuatro veces por episodios de violencia de género. En medio de una fuerte pelea tomó un cuchillo de cocina y le clavó una puñalada hiriéndolo de muerte.

La defensora oficial que asiste a Ayelén solicitó su excarcelación, luego del procesamiento con prisión preventiva que le dictaron en la causa por "homicidio calificado" en la que se encuentra imputada.

Ayelén no tiene antecedentes penales y bien podría considerarse que cometió el crimen por legítima defensa, además la joven tiene una hija de tres años y un bebé de cinco meses que nació cuando ya estaba presa.

Durante un tiempo, los niños estuvieron con ella, bajo el régimen de las reclusas que viven con sus hijos, pero debido a las pésimas condiciones de hábitat de la unidad penal del partido de La Plata, trasladaron a sus hijas con su abuela.

El 9 de diciembre, Alejandro Brizuela, quien era la pareja llegó para mostrarle a la joven una moto que se había comprado y le insistió en salir a dar una vuelta con la nena. En ese paseo cayeron y sufrieron algunos raspones.

En medio de reproches, ella levantó a su hija para meterse en la casa, él la empujó hacia la cocina y empezó a pegarle. Según el relato de la joven, hubo un forcejeo, la tomó por la espalda, la tiró contra la mesada y ahí vio la cuchilla y le dio un puntazo en la axila derecha. 

Ayelén Roldán, quien aguardaba para saber el estado de salud de su expareja, fue detenida apenas se produjo el fallecimiento. "Quise evitar que nos lastimara, nunca quise matarlo. Tuve mala suerte", sostuvo varias veces ante los investigadores.

"Hace seis meses que está detenida, ya le dieron la prisión preventiva y la tratan como una asesina. Esta viviendo un calvario, no ve la hora de salir en libertad y el pedido de excarcelación que presentó la defensora oficial, ya que no podemos pagar un abogado, no tuvo respuesta"​, sostuvo María Lettieri, su madre. 

"La primera vez que le pegó fue en enero, donde le dejó la mandíbula desencajada. Otras dos fueron en julio, cuando la golpeaba a ella y a la nena, además de causar destrozos en la casa y la última fue en noviembre, cuando se vino a mi casa y él la vino a buscar, pero como no salimos empezó a tirar piedras contra el frente. Esa vez fue la única de las cuatro denuncias que mi hija hizo contra Brizuela por la que estuvo demorado en la comisaría. Nadie hizo nada para parar esto y ahora, ni siquiera consideran esas agresiones anteriores para entender que Ayelén quiso defenderse del tipo que la sometía y que lo que pasó fue una desgracia", agregó. al diario La Palabra de Lobos.

Ayelén contó a este medio que había denunciado a Brizuela cuatro veces durante 2016, porque su madre le insistió. La primera vez fue en enero, porque él le había desencajado la mandíbula. Otras dos fueron en julio, cuando Brizuela dejó a su mujer y a su hija golpeadas y a la casa totalmente destrozada. La policía le dijo que no tenía móviles para enviar, que por favor sacara fotos con su celular para que quedara registro de las pruebas. Pero Alejandro le había sacado el teléfono. La última denuncia fue en noviembre, cuando se había ido a casa de su mamá con la nena y Brizuela la fue a buscar. "Estábamos comiendo y empezamos a sentir piedrazos contra la casa, el techo, las ventanas. Para cuando llegó la policía él ya se había ido", contó.