Para despejar esta duda, Reynaldo Sietecase entrevistó en radio Con Vos al profesor Andrés Gil Domínguez de la UBA, quien explicó que la única circunstancia posible en que un policía puede pedir documento en la calle, es cuando es evidente la vinculación directa de la persona con un ilícito. En caso contrario, un requerimiento así es un abuso de poder.

La historia que desata esta duda fue la detención ilegítima de Micaela, una integrante de colectivo La Garganta Poderosa, quien fue liberada tras ocho horas de detención abusiva.

Los oficiales debieron liberar al niño de 13 años, gracias a la masiva movilización de vecinos de distintos barrios porteños, la presencia de organizaciones sociales y organismos de Derechos Humanos, según informaron desde la Poderosa.

El Centro de Estudios Legales y Sociales ratificó que "no hay leyes que impidan filmar el accionar de agentes de policía" y afirmó que "la detención de la militante de La Poderosa fue arbitraria".