Según su relato, cuando llegó bien temprano a la escuela en la que le tocó estar al frente de una urna, todo comenzó mal a causa del fuerte olor que tenía la fiscal que se sentó a su lado. 

Después, la pesadilla siguió con una mujer que llegó a la mesa dispuesta a sufragar con la tarjeta SUBE y, luego, sánguches para los fiscales con mucho ajo. 

Sin embargo, la odisea parece haberse completado con un hombre que fue hallado dentro del cuarto oscuro completamente desnudo y sacándose una selfie.