A 10 años de la condena de la ONU a los fondos buitre, la última semana se designó como jefe del grupo de investigación de las acciones de los fondos, conformado por cinco de los 18 miembros de su Comité Consultivo, al suizo Jean Ziegler, un jurista con gran prestigio internacional por haber denunciado los negocios de la banca de su país con dinero y bienes robados por los nazis a los judíos.
El experto en lavado, de 80 años, dialogó con Página/12 sobre el litigo entre Argentina y los buitres y manifestó que "los fondos buitre son grupos financieros que constituyen el punto más alto y la quintaesencia del bandidismo bancario".
"El sobreendeudamiento de muchos países del Hemisferio Sur hace que periódicamente deban renegociar su deuda pública, hay un actor que rechaza negociar y luego plantea la urgencia por cobrar. Son fondos y grupos financieros y especulativos - comentó Ziegler - después piden el 100 por ciento de la acreencia en las condiciones en las que ellos fijen, más allá del acuerdo colectivo que haya alcanzado el país deudor".
Ziegler explica que el conflicto se ha convertido en un asunto para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ya que "producen de manera directa o indirecta la vulneración de derechos sociales y culturales de los países". "A la Argentina la afectan los fondos buitre, y eso que es un país relativamente grande y está en condiciones de defenderse. Imagínese lo que les ocurriría a países más débiles Una catástrofe", advirtió.
Si Argentina pagara todo tal cual  como quieren los buitres "significaría que debería compensarlo con la reducción de gastos del Estado" y entonces "la población sufrirá en alguna medida".
Para Ziegler la misión del Consejo es "analizar situaciones de violación de los derechos humanos y de hacer recomendaciones" . En ese sentido el jurista y sociólogo destaca que "es un gran avance consolidar el principio de que cualquier reducción de recursos estatales debida a la acción de fondos especulativos como los buitres atenta contra el desarrollo y supone un sufrimiento para los trabajadores del país endeudado".
"Dicho sin ninguna hipocresía, los fondos buitre son grupos financieros que constituyen el punto más alto y la quintaesencia del bandidismo bancario. No son fondos de inversión ni están sujetos a reglamentos internacionales. Son fondos no registrados, fuera de la legalidad internacional, multilateral, binacional y en muchos casos fuera de la legalidad nacional. Todo lo que le digo naturalmente deberemos probarlo, y me propongo hacerlo", afirmó.
Ziegler asimismo sostuvo que  detrás de los buitres "es muy probable que esté la gran banca, como Goldman Sachs o la Unión de Bancos Suizos. Tal vez quieran presionar sin aparecer". "Es obvio que ante un país como la Argentina, los grandes bancos quieren seguir participando de las relaciones comerciales, del negocio financiero y de las inversiones. Es un país potencialmente poderoso dentro de una región que creció mucho", dijo.
Dentro de la división del trabajo para el jurista los Buitres hacen "El trabajo sucio. Por ejemplo, combatir al Estado argentino en la Justicia norteamericana". "Estoy convencido de que no son especuladores aislados sino una creación de las oligarquías financieras. Asumen la tarea específica de combatir a los Estados soberanos en las reestructuraciones de deuda", explicó.
Acerca de la investigación detalló que convocará como jefe a un pequeño grupo de trabajo de expertos y luego el informe final deberá ser aprobado por el Consejo, que tiene la última palabra. "Deberemos profundizar una investigación de las consecuencias que tuvo el accionar de los fondos buitres sobre la Argentina, claro, pero también sobre Grecia o sobre el Congo. Tendremos que investigar la estrategia de esos fondos y su posible efecto de vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales". adelantó.
El Consejo de Derechos Humanos examinará el informe y aceptará o no las conclusiones. "Cuando el informe final sea aceptado estaremos frente a una nueva batalla en el Consejo de Derechos Humanos. Hay que estar preparados porque las presiones serán muy fuertes y la pelea será mayor que cuando el Consejo votó la condena en septiembre", señaló.
"La investigación puede demostrar que la acción de los fondos buitre provoca violaciones a los derechos humanos o viola la autodeterminación de los pueblos y su derecho al desarrollo. Si eso queda constatado los fondos podrían ser condenados por su ilegalidad y combatidos por el Derecho Internacional. El Consejo podría sugerir, por ejemplo, la disolución de los fondos buitre o, como mínimo, el establecimiento de un registro sujeto a reglas internacionales", explicó Ziegler.
En caso que los Estados Unidos o el Reino Unido pudieran vetar  la decisión, "quedarán en pie tanto la resolución de la Asamblea General como la denuncia pública, y fundamentada, del Consejo de Derechos Humanos". "El poder moral es muy grande en estos casos, porque la ONU no suele discutir temas financieros, de modo que cuando los discute es que ya se alcanzó un nivel de intensidad muy alto. Y una condena tiene influencia no solo en la FAO sino en organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instancias multilaterales", subrayó.
"El caso argentino debe producir un fenómeno pionero y ejemplar. Es un tema de principios. Los derechos colectivos y los derechos humanos individuales son prioritarios frente al salvajismo del mercado. Finalmente es una cuestión de civilización, ¿no le parece?", concluyó.

A 10 años de la condena de la ONU a los fondos buitre, la última semana se designó como jefe del grupo de investigación de las acciones de los fondos, conformado por cinco de los 18 miembros de su Comité Consultivo, al suizo Jean Ziegler, un jurista con gran prestigio internacional por haber denunciado los negocios de la banca de su país con dinero y bienes robados por los nazis a los judíos.

El experto en lavado, de 80 años, dialogó con Página/12 sobre el litigo entre Argentina y los buitres y manifestó que "los fondos buitre son grupos financieros que constituyen el punto más alto y la quintaesencia del bandidismo bancario".

"El sobreendeudamiento de muchos países del Hemisferio Sur hace que periódicamente deban renegociar su deuda pública, hay un actor que rechaza negociar y luego plantea la urgencia por cobrar. Son fondos y grupos financieros y especulativos - comentó Ziegler - después piden el 100 por ciento de la acreencia en las condiciones en las que ellos fijen, más allá del acuerdo colectivo que haya alcanzado el país deudor".

Ziegler explica que el conflicto se ha convertido en un asunto para el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ya que "producen de manera directa o indirecta la vulneración de derechos sociales y culturales de los países".

"A la Argentina la afectan los fondos buitre, y eso que es un país relativamente grande y está en condiciones de defenderse. Imagínese lo que les ocurriría a países más débiles Una catástrofe", advirtió.

Si Argentina pagara todo tal cual  como quieren los buitres "significaría que debería compensarlo con la reducción de gastos del Estado" y entonces "la población sufrirá en alguna medida".

Para Ziegler la misión del Consejo es "analizar situaciones de violación de los derechos humanos y de hacer recomendaciones" . En ese sentido el jurista y sociólogo destaca que "es un gran avance consolidar el principio de que cualquier reducción de recursos estatales debida a la acción de fondos especulativos como los buitres atenta contra el desarrollo y supone un sufrimiento para los trabajadores del país endeudado".

"Dicho sin ninguna hipocresía, los fondos buitre son grupos financieros que constituyen el punto más alto y la quintaesencia del bandidismo bancario. No son fondos de inversión ni están sujetos a reglamentos internacionales. Son fondos no registrados, fuera de la legalidad internacional, multilateral, binacional y en muchos casos fuera de la legalidad nacional. Todo lo que le digo naturalmente deberemos probarlo, y me propongo hacerlo", afirmó.

Ziegler asimismo sostuvo que  detrás de los buitres "es muy probable que esté la gran banca, como Goldman Sachs o la Unión de Bancos Suizos. Tal vez quieran presionar sin aparecer".

"Es obvio que ante un país como la Argentina, los grandes bancos quieren seguir participando de las relaciones comerciales, del negocio financiero y de las inversiones. Es un país potencialmente poderoso dentro de una región que creció mucho", dijo.

Dentro de la división del trabajo para el jurista los Buitres hacen "El trabajo sucio. Por ejemplo, combatir al Estado argentino en la Justicia norteamericana". "Estoy convencido de que no son especuladores aislados sino una creación de las oligarquías financieras. Asumen la tarea específica de combatir a los Estados soberanos en las reestructuraciones de deuda", explicó.

Acerca de la investigación detalló que convocará como jefe a un pequeño grupo de trabajo de expertos y luego el informe final deberá ser aprobado por el Consejo, que tiene la última palabra.

"Deberemos profundizar una investigación de las consecuencias que tuvo el accionar de los fondos buitres sobre la Argentina, claro, pero también sobre Grecia o sobre el Congo. Tendremos que investigar la estrategia de esos fondos y su posible efecto de vulneración de los derechos económicos, sociales y culturales". adelantó.

El Consejo de Derechos Humanos examinará el informe y aceptará o no las conclusiones. "Cuando el informe final sea aceptado estaremos frente a una nueva batalla en el Consejo de Derechos Humanos. Hay que estar preparados porque las presiones serán muy fuertes y la pelea será mayor que cuando el Consejo votó la condena en septiembre", señaló.

"La investigación puede demostrar que la acción de los fondos buitre provoca violaciones a los derechos humanos o viola la autodeterminación de los pueblos y su derecho al desarrollo. Si eso queda constatado los fondos podrían ser condenados por su ilegalidad y combatidos por el Derecho Internacional. El Consejo podría sugerir, por ejemplo, la disolución de los fondos buitre o, como mínimo, el establecimiento de un registro sujeto a reglas internacionales", explicó Ziegler.

En caso que los Estados Unidos o el Reino Unido pudieran vetar  la decisión, "quedarán en pie tanto la resolución de la Asamblea General como la denuncia pública, y fundamentada, del Consejo de Derechos Humanos".

"El poder moral es muy grande en estos casos, porque la ONU no suele discutir temas financieros, de modo que cuando los discute es que ya se alcanzó un nivel de intensidad muy alto. Y una condena tiene influencia no solo en la FAO sino en organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y otras instancias multilaterales", subrayó.

"El caso argentino debe producir un fenómeno pionero y ejemplar. Es un tema de principios. Los derechos colectivos y los derechos humanos individuales son prioritarios frente al salvajismo del mercado. Finalmente es una cuestión de civilización, ¿no le parece?", concluyó.