Al ingresar al Centro Cultural Kirchner, donde se lleva a cabo el Foro de Inversión y Negocios conocido como 'mini Davos', Jorge Triaca dejó una frase para la antología: en nuestro país "bajó la conflictividad gremial", dijo, como si viviera en otro planeta o estuviera ciego y sordo.

"Bajó la conflictividad gremial gracias al diálogo encarado por este Gobierno", sostuvo el ministro de Trabajo ante la mirada atónita de más de un periodista que, sin embargo, no le recordó que venimos de varias marchas gremiales y sociales, que varios sindicatos están de paro o en conflicto y que las centrales obreras preparan medidas de fuerza.

El funcionario parece no haberse enterado –o no querer enterarse– que se avecina un paro nacional que podría contar con el consenso de la CGT reunificada y las CTA que conducen Yasky y Micheli ante la grave situación que sufre el conjunto de la clase obrera.

Los despidos masivos y la licuación del salario por la inflación desatada a principios de año, son las principales quejas, por lo que los sindicatos reclaman que se prohíban las cesantías –al menos por seis meses– y la reapertura de las negociaciones paritarias.

Sin embargo, el gobierno de Mauricio Macri dice a todo que no, mientras confiesa que se dispone a decir a todo que sí a los CEO reunidos en el 'mini Davos'.