Una serie de pruebas salieron a la luz esta semana en manos del portal El Destape, quienes publicaron la cercana relación del ministro de Defensa, Oscar Aguad, con un represor condenado en Córdoba, quien fuera protegido del ministro de Macri durante su gestió en esa ciudad a mediados de los '90.

Se trata de Carlos Yanicelli, condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar, y jefe de inteligencia de la policía de Córdoba durante la gestión de Aguad.

"Él figuraba en el Nunca Más de la CONADEP y ya contaba con un procesamiento en 1987 que luego se cayó por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida", relató uno de los torturados por Yanicelli al portal de noticias.

Luis Urquiza, un ex policía torturado por negarse a participar de actos ilícitos, fue llamado por el propio Aguad a su despacho donde estableció una especia de defensa: "Aguad me dijo que desconocía el pasado de Yanicelli, uno de los más reconocidos torturadores de la provincia. Mencionó que era un buen policía y que estaba haciendo una buena tarea".

Pero el hombre continuó denunciando: "En la segunda reunión Aguad me pidió que me callara la boca y bajara el perfil que estaba teniendo, que dejara de ir a los medios a denunciar a Yanicelli porque de lo contrario no iba a poder garantizar mi seguridad".

Después de la segunda reunión que mantuvo con Aguad y tras las amenazas que sufría a diario, Urquiza y su esposa decidieron regresar a Dinamarca, ya en 1997, para volver a instalarse allí, dado que la propia gobernación de Córdoba no podía garantizarle la seguridad.

"Me llamó para pedirme encarecidamente que no me fuera porque ellos pagarían un costo político muy alto, y me ofreció seguridad, trabajo y una casa para que me quedara en el país", denuncia Urquiza, quien logró condenar a varios genocidas por sus testimonios en los juicios por delitos de lesa humanidad.

El propio denunciante también acusó a Aguad en el juicio realizado contra Jorge Rafael Videla y Benjamín Menéndez en Córdoba en 2010. Aguad negó todo, aunque los documentos de El Destape muestren lo contrario.

Aguad había recibido en 1996, un año antes que se saltara el escándalo, una interpelación del diputado Atilio Tazzioli sobre la participación de Yanicelli en la represión ilegal y había salido en defensa del genocida. 

A su vez, es necesario destacar que Urquiza, quien se convirtió en el primer exiliado en democracia, no fue el único que denunció la complicidad de Oscar Aguad sobre genocidas: ese mismo año, el propio fiscal de Estado Alberto Zapiola le relató a Mestre personalmente las atrocidades que figuraban en el expediente de Yanicelli, a lo que el entonces gobernador, sorprendido, le confesó: "No puede ser, si El Milico dice que es uno de los nuestros, que es de confianza".